Juan Val: «He tenido un pequeño parón, pero con los entrenamientos volveré a pleno rendimiento»

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Curtido en más de mil batallas, a lo largo de su dilatada trayectoria deportiva ha conocido las mieles y sinsabores del fútbol. Tras haber abandonado la práctica del fútbol hace dos temporadas, el pasado julio Juan Val (Avilés, 1985) decidió desempolvar sus botas de tacos y poner su clase, garra y entrega al servicio del Avilés Stadium, “un proyecto ilusionante y diferente”.

-Tras dos temporadas “parado”, el pasado verano decidiste volver a enfundarte unas botas para sumarte al proyecto del Avilés Stadium. ¿Qué es lo que te hizo dar un paso adelante y volver a los campos de fútbol tras haberle dicho no a otros muchos equipos de categorías superiores?

-Llevaba tiempo sin jugar, por lo que resultó primordial que se tratase de un proyecto de Avilés y que contase con un gran apoyo social. Además puedo compatibilizarlo con mi trabajo, que es algo primordial hoy en día, y también me permite estar en buena forma física, por lo que todo acompañó.

-¿Costó alcanzar ese tono físico?

-Sí, sobre todo en temas articulares y de movilidad. Estar al cien por cien físicamente tras un período largo de inactividad conlleva un proceso de adaptación, aunque ahora me encuentro muy bien. En los últimos días he tenido un pequeño parón, pero con los entrenamientos seguro que vuelvo a estar a pleno rendimiento en poco tiempo. El físico es muy importante en el fútbol, independientemente de la categoría en la que se juegue.

-La buena marcha del equipo habrá sido una buena ayuda.

-Por supuesto. El equipo ha cogido ritmo, es muy compacto, combinamos bien… Sabemos cómo actuar en cada momento del partido y en cada zona del campo. Luego, por si fuese poco, también tenemos mucha calidad, y ahí es donde marcamos las diferencias.

-¿Costó alcanzar esas virtudes?

-Al principio de la temporada la motivación de los rivales era muy grande y nosotros también acusábamos practicar un juego que, en ocasiones, se basaba en individualidades. Además también sufríamos cierta ansiedad. Luego, poco a poco y con el paso de las jornadas, fuimos siendo un poco más equipo y hoy en día tenemos las ideas muy claras y da gusto ver jugar a este equipo.

-El pasado domingo se volvió a mostrar esa solidez con una importante victoria ante el Minas Oviedo, uno de los equipo de la parte alta de la clasificación.

-Posiblemente sea el equipo que más me ha gustado de los que han pasado por Santo Domingo hasta ahora. Han propuesto cosas en ataque, han llevado peligro… Tienen un delantero muy fuerte y con movilidad y un jugador de banda y un centrocampista que me han gustado mucho. A Miranda muchos equipos van con la idea de defenderse, y el Minas ha intentado darle criterio al balón y buscar la portería contraria. Éste es el tipo de propuestas que me gustan en el fútbol.

-Pese a pasar algún que otro apuro la portería vuelve a estar a cero en casa.

-Sería un premio muy bonito que pudiésemos finalizar la temporada sin encajar un gol como locales. Pero además del récord, también hay que valorar que el hecho de que no nos anoten es clave en cualquier categoría de fútbol.

-Nos hablas de que no encajar en casa sería “un premio muy bonito”. ¿El ascenso ya lo damos por conseguido?

-Salvo hecatombe yo creo que el equipo va a ser campeón. Tenemos todos los mimbres para lograrlo y estamos contando las jornadas que faltan para se materialice. Por eso tenemos que buscar cualquier tipo de motivación para seguir sumando de tres en tres y mantener la concentración, y no encajar en casa es una de ellas. De momento parece que está funcionando, ya que el equipo responde cada fin de semana y no se ven síntomas de distensión.

-¿Algún mensaje para la afición de cara a este último tramo de la temporada?

-Lo fundamental es que la gente venga aquí y se lo pase bien, porque es la razón por la que se creó este proyecto. Estamos muy agradecidos por el trato que recibimos por parte de los aficionados y la comunión entre campo y grada es excepcional. Esperemos que siga siendo así y que más gente se sume y se ilusione con el Avilés Stadium.